Entre versos y dulces palabras robadas de pequeños poetas, Paula, de una manera tierna y dulce nos acerca a su vida en Vigo. Sus primeros tres meses en esta ciudad, siempre adornada con una fina capa de lluvia en los que, de una manera casi imperceptible, su corazón empieza a latir de una manera distinta. Todo adquiere un nuevo color, con nuevas palabras que forman nuevas poesías.
VALORACIÓN PERSONAL
Esta corta historia me ha transportado totalmente a las
empinadas calles de Vigo, con las bajas temperaturas, al frio de la mañana, a
la lluvia de invierno…
Puede que de una forma algo prepotente, Paula nos abre su
cerrado corazón y poco a poco se adapta a su nueva vida.
Por supuesto, el amor está presente.
Mi personaje favorito, sin duda, es Borja.
Escondido entre versos escritos en pequeños papelitos
blancos, se muestra tiernamente poco a poco, a Paula, enamorándose cada día un
poco más, creando lazos de amor que ni la distancia rompe.
“Suponte que
inventamos un país tan sencillo
que se parece a un
sueño
y entre los dos le damos un nombre
estrafalario,
Amor, por ejemplo”
Estos versos, las salidas ingeniosas y las miradas furtivas
hacen que a lo largo del libro, tú misma te enamores de él.
Sin embargo, lo que más me ha gustado han sido las
descripciones del autor, las comparaciones y las cartas del final del libro, ya
destapando completamente los sentimientos.
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